En algunos deportes se realiza la
competencia según el peso corporal total. Estas divisiones tienen la finalidad
de que compitan entre sí deportistas de similar contextura física y de esta
manera promover una competencia más justa.
Habitualmente en estos deportes (remo,
boxeo, judo), existe una tendencia a obtener ventaja tratando de acceder a una
categoría de peso inferior al peso natural de entrenamiento, y de esta forma
competir con deportistas de menor contextura física y peso corporal.
La cultura de los deportistas que
practican lucha, judo y otras disciplinas en las que se compite uno contra uno
indica que los individuos de mayor contextura física tendrán ventaja en
términos de fuerza y alcance frente a un rival de menor contextura física, a
pesar de la disminución de peso provocada por las técnicas usadas para dar el
peso.
Deportes como el remo o el boxeo
poseen un alto gasto energético y se caracterizan por mantener ejercicios
repetidos a una alta intensidad. Los entrenamientos generalmente son diarios y
en la mayoría de los casos, dependiendo del nivel de competencia practican dos
turnos en el día. Los problemas más comunes son la deshidratación y el déficit
de los depósitos glucogénicos.
Las estrategias utilizadas habitualmente
por los deportistas para “dar el peso” son: Restricción severa de energía.
Técnicas para inducir la deshidratación: restricción de líquidos, entrenamiento
en ambientes extremadamente calurosos, vestimenta. Transpiración inducida por
actividad física (ambiente caluroso, vestimenta). Uso de diuréticos. Estas
estrategias son opuestas a las pautas de nutrición e hidratación deportiva que
se recomiendan y constituyen una amenaza para la salud y el rendimiento.
Consecuencias negativas sobre la salud
y el rendimiento: Deshidratación Disminución de reservas glucogénicas Pérdida
de masa corporal magra Efectos psicológicos negativos que predisponen al
desarrollo de alteraciones en la conducta alimentaria Disminución de la función
cognitiva y de la concentración Aumento de la percepción del esfuerzo Una
pérdida importante de líquidos y electrolitos puede perjudicar la función
cardiovascular y la función termo-reguladora y en situaciones extremas: puede
provocar la muerte La restricción crónica de energía además de llevar a un
vaciamiento glucogénico = fatiga crónica Déficit vitamínico y mineral.
La estrategia a utilizar para una
disminución de peso saludable para “dar el peso” con el fin de entrar en una
categoría debe considerar características propias de cada deporte como por
ejemplo: Frecuencia de competencias Intensidad y duración del evento deportivo
Condiciones ambientales: calor, humedad, altura Programa de competencias Tiempo
que transcurre entre el pesaje y el inicio de la competencia (oportunidad de recuperación
después del pesaje) Obligatoriedad de pesarse antes de cada evento o combate
del torneo Reglas de la disciplina deportiva relacionada
Recomendaciones saludables para “dar
el peso”: Desarrollá un plan a largo plazo, consultá a un nutricionista
deportivo, realizá una elección “sensata” de la categoría de peso, basándote en
datos objetivos como los kg de masa muscular, masa ósea, masa adiposa y talla,
entre otros; Ver "¿Qué es la Antropometría?"; Establecer objetivos
deportivos y nutricionales reales y alcanzables; Que el peso corporal nunca sea
> a un 10 % del peso competición; Seleccioná una categoría de peso para competir
que esté dentro del 2 al 3% de un peso corporal adecuado para el entrenamiento
a largo plazo.
Este peso debe armonizar con adecuadas
prácticas alimentarias y de hidratación, más un óptimo entrenamiento; Monitoreá
tu peso 1-2 veces por semana; No intentes perder > 5 % del peso corporal en
1 día (Ejemplo: 3.5 kg en una persona de 70 kg); Establecer objetivos seguros y
realistas en cuanto al peso corporal; el cual deberá adaptarse a distintos
períodos: fuera de temporada, entrenamiento intensivo, competencia y pesaje;
Llegá a tu peso objetivo a través de una restricción de leve a moderada de
energía a largo plazo y una adecuación del entrenamiento.
En caso de adultos jóvenes y
adolescentes: modificar metas de peso en relación al crecimiento y maduración;
Priorizá el consumo de alimentos en especial antes, durante y después del
entrenamiento para acelerar la recuperación post-ejercicio; Realizar una
adecuada distribución energética: 4 a 7 ingestas diarias, no más de 3 horas
entre una ingesta y la otra. Esto preserva la masa magra, da saciedad, aporta
combustible para el entrenamiento y optimiza la reducción de masa adiposa;
Seleccioná alimentos bajos en fibras y evitá la deshidratación
No utilices laxantes ni diuréticos, ajustá
tu peso corporal hasta un 5% las dos semanas previas al evento y solo un 2-3%
en la semana previa a la competencia; Considerá una pequeña disminución de la
ingesta de energía, en particular cuando se reduce la carga de entrenamiento
antes de la competencia, para colaborar con la pérdida pequeña de peso en el
periodo previo al evento. Las prácticas que utilizan muchos deportistas que
compiten en deportes por categoría de peso no son saludables, pero están
incorporadas y arraigadas culturalmente en estos deportes y es difícil
modificar creencias, es por eso que es de vital importancia informar y trabajar
en educación alimentaria con los deportistas y entrenadores con el objetivo de
lograr establecer prácticas saludables para la reducción de peso corporal, que
no pongan en riesgo la salud del deportista y que logren potenciar el máximo
rendimiento de cada uno.
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